El finiquito es una propuesta de liquidación de los eventuales importes que un empleador puede deber a un empleado, y que se realiza en el momento en el que la relación laboral entre ambos concluye.
Como parte de esta propuesta, surgen una serie de conceptos que se contemplan en el finiquito, entre los cuales podemos mencionar fundamentalmente la parte proporcional de las pagas extraordinarias devengadas y no percibidas y de las vacaciones devengadas que no hubieran sido disfrutadas por el trabajador.
¿Qué saber al firmar el documento de liquidación, saldo y finiquito?
Todo este desarrollo teórico puede suponer dificultades en la práctica, con empresarios y empleados preguntándose qué deben tener en cuenta al firmar un documento de liquidación, saldo y finiquito. Sobre todo, en el caso de los segundos, cuando no tengan experiencia en estos trámites comunes.
Es justamente allí cuando se recomienda contratar un abogado en Derecho Laboral que se encargue de analizar todos los aspectos de la situación, indicando los pasos a seguir al trabajador, y cómo debe responder ante la entrega de los documentos antes referidos, en pro de defender sus intereses, con las armas que la ley pone a su disposición.
Uno de los problemas más habituales en estas circunstancias es que el empleado, desconocedor de las consecuencias legales firma el finiquito antes de evaluar si las cantidades que allí figuran son exactamente las que corresponden y si con esa firma imposibilita futuras reclamaciones contra la empresa.
La participación de un abogado laboralista tiene como objetivo evitar que el trabajador firme un finiquito en el que no está recogida la totalidad de la deuda o que suponga una válida renuncia de acciones.
De existir dudas en este sentido, se aconseja firmar con un “recibido no conforme” si se recibe alguna cantidad o como “no recibí cantidad alguna y no conforme” haciendo constar expresamente la fecha de entrega del documento de finiquito, y cuidado también de la carta de despido, pues no es la primera vez que nos encontramos con cartas que se reciben con una datación anterior, con los problemas de plazos que ello puede provocar.
De esta manera el empleado puede considerar todos los detalles del finiquito y ver si debe o no emprender algún tipo de acción legal.
Para reclamar el importe del finiquito el plazo es máximo de un año, para exigir el abono de la cantidad exacta que se le debe pagar, en virtud de los conceptos devengados hasta la fecha de la extinción de su contrato de trabajo.
Contratar un abogado experto en Derecho Laboral es sin duda la mejor solución en estas situaciones.
Espero haber aclarado dudas al respecto y si necesitas un abogado laboralista en Madrid para resolver estas u otras dudas, contacta conmigo y estudiaré tu situación para ofrecerte la mejor solución legal a aplicar.