En cualquier empresa, es fundamental aplicar una serie de normas que permitan afrontar las diferentes circunstancias, no sólo acogiéndose, sino además asegurándose de que este plan sea siempre el mismo, para evitar las suspicacias que nunca faltan en las relaciones humanas. Uno de los ejemplos más definidos de esto que mencionamos, son los criterios de ascensos.
La vital importancia de los ascensos está dada porque, generalmente, también conllevan lo que se conoce como promoción económica, un aumento de los ingresos percibidos por el trabajador o, alternativamente, otras mejoras para el empleado a partir de ciertos beneficios sociales para para su puesto (mayores aportaciones a planes de pensiones de sistemas de empleo, coches de empresa, seguros médicos para el empleado y familia y un largo etc.).
Como empresario ser justos es uno de los principales objetivos de los criterios orientados al ascenso y promoción del personal, por lo que desarrollar una estrategia alrededor de estas designaciones puede ser fundamental para preservar el buen ambiente en el entorno laboral.
¿Qué es la promoción interna y por qué es tan importante?
La promoción interna es el método que tienen las compañías para seleccionar a sus contratados mejor cualificados para cubrir los distintos puestos que tienen vacantes, no necesariamente buscando ese talento fuera de la organización, sino más bien reestructurando la empresa, promoviendo justamente a esos profesionales que se mostraron más capacitados y con mayores habilidades.
Los criterios de promoción, que rigen estos desplazamientos internos, deberían ejecutarse para “ordenar” los ascensos según parámetros unificados, que eviten que se cometan injusticias o se designe al trabajador equivocado.
Algo fundamental que hay que conocer es que las empresas, como entidades privadas, son completamente libres de optar por sus propios criterios de ascenso y promoción económica, que serán acordes a sus necesidades, pero sin olvidar los derechos recogidos en el propio Estatuto de los Trabajadores y en los convenios colectivos sectoriales o de empresa.
Ventajas de adoptar estos criterios para las empresas
Para los empresarios, adoptar estos parámetros supone una serie de ventajas muy interesantes y que deben considerar atentamente.
- Previsibilidad: Si todos los integrantes de una compañía conocen cuáles son los aspectos o cuestiones que se van a evaluar de cara a un ascenso o promoción económica, les será más fácil poner su empeño en ello.
- Productividad: Como consecuencia directa de lo anterior, con los trabajadores esforzándose en realizar todo aquello que pueda acercarles a un ascenso o promoción económica, las probabilidades de que aumente la productividad de la compañia son más altas.
- Fidelización: En la medida en que los empleados sienten que pueden aspirar a más beneficios en sus condiciones de trabajo, más se sentirán implicados y alineados con los objetivos de la empresa
- Adaptación: Contratar a personal externo a la empresa para que lleve adelante labores complejas, puede significar que necesite un largo período de adaptación. Con los criterios adecuados, un trabajador promocionado, que además conoce la cultura corporativa, puede ocupar ese puesto, conociendo el funcionamiento de la empresa, y teniendo una mejor visión de la situación general de la misma.
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