En determinadas circunstancias que debieran ser excepcionales, es posible que las empresas no puedan hacer frente al pago de la nómina de sus empleados, una situación que debe regularizarse cuanto antes y que produce la lógica incertidumbre en el trabajador.
Las preguntas acerca de la capacidad de demanda como empleado, de las potenciales represalias que pudiera tomar la compañía en “venganza”, incluso la necesidad de buscar otro trabajo, son apenas tres de las cuestiones que surgen inmediatamente e intentamos abordar a continuación.
¿Qué hacer si no te pagan la nómina?
Puedes plantearte al menos dos opciones, si la vía amistosa y razonable fracasa:
1- Reclamación de cantidad
Desde el mismo momento en el que el empleado deja de percibir su nómina, cuenta con la posibilidad de reclamar formalmente que se abone la totalidad de la deuda además de un interés legal por mora del 10% sobre aquella cantidad adeudada.
El primer paso es llevar a cabo la reclamación ante el órgano de mediación administrativa, tendente a una conciliación entre las partes y, de resultar infructuoso el trámite, se prosigue con una demanda en el Juzgado de lo Social.
Debe tener en cuenta, por último, que la suma puede ser reclamada, como máximo, hasta un año después de que se contrajera la deuda, por lo que conviene barajar esta salida a los pocos meses e incluso interponer una reclamación extrajudicial, con lo que es conveniente contar con un abogado laboralista desde el principio del proceso para evitar pérdidas de cantidades y opciones legales.
2- Extinción del contrato por incumplimiento grave y culpable del empresario
El Estatuto de los Trabajadores contempla asimismo la “extinción indemnizada” como si de un despido improcedente se tratase, si se genera un incumplimiento de suficiente gravedad y culpabilidad, utilizando la vía del artículo 50 del mismo.
Nos encontramos, dependiendo de la situación, ante la posibilidad de extinguir el contrato, con derecho a prestación por desempleo, y además en la misma demanda reclamar las cantidades adeudadas por impagos.
Incluso por retrasos reiterados en el pago de las nóminas es posible solicitar la extinción y acudir a esta vía.
El proceso ante un impago de nóminas es complejo y genera errores en los trabajadores que tratan de reclamarlo por su cuenta y riesgo, siendo lo más adecuado acudir a un abogado laboralista que pueda velar por tus intereses desde el primer momento.