En el ámbito del Derecho Laboral los plazos para interponer reclamaciones son cruciales, al ser algunos de ellos muy cortos, ya que pueden determinar el éxito o fracaso de la reclamación. No cumplir con los plazos puede suponer la pérdida de derechos o la imposibilidad de defender una situación legalmente justa.
Plazos comunes en las reclamaciones laborales
Los plazos más relevantes en el ámbito de las reclamaciones laborales se encuentran regulados principalmente en el Estatuto de los Trabajadores y en la Ley Reguladora de la Jurisdicción Social.
Algunos de los plazos más importantes a tener en cuenta son los siguientes:
- Reclamación por despido: El plazo para impugnar un despido es de 20 días hábiles desde la fecha en la que se haya producido. Estos días no incluyen sábados, domingos ni festivos, por lo que es crucial hacer un cálculo correcto. El plazo es común para el SMAC y el Juzgado de lo Social – más información sobre despidos.
- Reclamación de cantidades: En el caso de impago o retraso en el pago de salarios, el trabajador tiene un plazo de un año para reclamar la cantidad adeudada desde que el salario se hizo líquido, vencido y exigible.
- Modificación sustancial de condiciones de trabajo: Si la empresa impone una modificación sustancial de las condiciones de trabajo, el trabajador tiene un plazo de 20 días hábiles para impugnar la decisión ante los tribunales, a contar desde el momento de la notificación.
- Reclamación de vacaciones: Si el trabajador no está de acuerdo con las fechas de disfrute de sus vacaciones o considera que se ha vulnerado su derecho a las mismas, dispone de 20 días hábiles para interponer una reclamación desde que se le notifique la decisión empresarial. Si la empresa no ha fijado las vacaciones, debes presentar la demanda con más de dos meses de antelación a la fecha de inicio prevista de disfrute.
*Para más información sobre los plazos para reclamar o si precisas asesoramiento legal, no dudes en contactar con Santiago Satué, abogado laboralista de Madrid.
