El mobbing o acoso laboral hace referencia a todas aquellas acciones que están dirigidas a intimidar o degradar a un trabajador para empeorar su situación en la empresa y, usualmente, darle un pequeño empujón a que abandone la misma.
Podemos identificar varios tipos de acosos, ya sea a través de insultos, amenazas, humillaciones, aislar al trabajador, difundir falsos rumores sobre el mismo, etc.
Por norma general, suele tratarse de un tipo de agresión verbal y psicológica.
Puede haber un acoso laboral discriminatorio, que se vincule a cuestiones étnicas, raciales, religiosas etc., o bien un acoso laboral simple, sin vinculación a estas circunstancias.
Se necesita una intención de causar un daño conforme a la jurisprudencia mayoritaria.
Aunque, como hemos mencionado arriba, el acoso suele tener la finalidad de forzar a que el trabajador abandone la empresa, a veces su finalidad es conseguir que el empleado acepte algunas condiciones. También pueden darse casos en los que el objetivo es simplemente humillar a la víctima.
Ejemplos de acoso laboral
Como venimos adelantando, algunos de los tipos de mobbing más habituales son los siguientes:
- Dirigirse a un trabajador mediante gritos, insultos, amenazas y en continuo tono despectivo;
- Presionar a un empleado de forma sistemática, sobrecargándolo de trabajo o obligándole a entregarlo en plazos imposibles de cumplir;
- Asignar tareas de escaso valor a un trabajador o dejarle sin nada que hacer, como excusa para alegar un bajo rendimiento;
- Magnificar errores insignificantes, tomando medidas desproporcionadas ante cualquier tipo de fallo;
- Aislar al trabajador del resto de compañeros;
- Difundir calumnias con el objeto de menoscabar la reputación personal o profesional de la víctima;
- Hacer continuas bromas de mal gusto y comportarse de forma irrespetuosa;
- Atacar su vida privada, su modo de pensar o convicciones personales.
El trabajador afectado puede interponer diferentes demandas, por ejemplo:
- Demanda de tutela de derechos fundamentales: por la posible vulneración de dichos derechos que se haya producido.
- Demanda de extinción de la relación laboral: Al optar por este tipo de demanda se quiere conseguir que el juez determine el derecho del trabajador a extinguir su contrato de trabajo con el percibo de una indemnización de 45/33 días de salario por año de servicio.
- Demanda para reclamar daños y perjuicios: procede cuando ha cesado la conducta.
Desde nuestro despacho de abogados para Derecho Laboral en Madrid podemos asesorarte y ayudarte a presentar las demandas más adecuadas según el caso.